jueves, 12 de julio de 2012

Diablo con vestido azul (Parte 2)



Hace dos semanas nos quedamos en el fin de la primera ola del punk. A ver qué me invento de lo que sucedió después.



La primera oleada punk duró unos cuantos meses. Se consumió con la celeridad de una llamarada. Pero había dejado detrás varias huellas de su paso.

La ética del "hazlo tú mismo" llevó a miles de personas a formar sus propios grupos. Por una parte, el punk llevó a la creación de toda una corriente de música politizada (aunque muchos dicen que el punk original sólo fue una puesta en escena, esa puesta en escena puso a miles de personas en el camino). La segunda ola del punk tendió lo mismo al fascismo (Skrewdriver) que a la izquierda anarquizante (Crass). Por supuesto, los discursos feministas que ya habían apárecido con las Slits, siguieron reproduciéndose.

Para ser sincera, el punk feminista de la segunda ola me parece todavía más gacho que el de la primera ola. Perdió el filo nervioso y sarcástico de, por ejemplo, X-Ray Spex y se fue por el discurso barato. Lo cierto es que si además musicalmente es poco ponedor (punk aburrido, parece una paradoja), sus puestas en escena eran visualmente impactantes. Famosas son las presentaciones de los Plasmatics en donde Wendy O. Williams aventaba sangre sobre su audiencia; en donde se vestía de pieles de cerdo aún goteantes de sangre e improvisaba un grotesco y exagerado pene ante una audiencia de banqueros. Buenas actuaciones en vivo, pero a mi gusto unos punks mamilas de tarjeta postal. Wendy O. Williams se suicidó en el 98 después de ser modelo de pelambreras curiosas en los ochenta y preceder al look de los machistas glameros de finales de la misma década. Ahí les dejo algo a ver qué les parece.


Por otra parte, Nina Hagen, formó su banda en pleno verano del odio. Su música funde elementos del punk con la ópera y en ocasiones con el heavy metal. De una u otra manera, sus maneras y sus exploraciones hacen pensar un poco en Siouxsie Sioux, pero en una versión menos interesada por el arte pop. Lo que para Siouxsie fue Bowie podríamos decir que fue Alice Cooper para Nina (entre los dos yo le voy a Bowie). Por cierto, una cosa graciosa es que en la versión alemana de la película A nightmare before Christmas de Tim Burton, Nina hace la voz de Sally.


Ya dejemos el punk de segunda y tercera generación (la neta no me gusta) y entremos a otros territorios.

Pues bien, si se fijaron, algo notorio es que en las bandas que acabamos de revisar las mujeres volvieron a su antiguo rol: ser las cantantes del grupo. En realidad sí existieron músicas en esas bandas (Gil Weston en los Killjoys, por ejemplo, de donde por cierto salió Kevin Rowland de los Dexy's Midnight runners), pero son poco conocidas. En el postpunk más comercial --por decirle así-- hay pocas mujeres. Ni Joy Division, ni Bauhaus ni Echo & the bunnymen tienen más relación con las mujeres que quejarse del amor. Tampoco Gang of four, Big audio dinamyte o Public image ltd. tienen mujeres entre sus miembros. Están, eso sí, grupos y solistas como Alien Sex Fiend (formados por los esposos Fiend), Laurie Anderson, The Nuns o Clan of Xymox. Ninguno de ellos me entusiasma particularmente, pero ahí les va algo de Laurie Anderson quien suena ponedora en más de una ocasión.


Dentro del New wave son imprescindibles mujeres como Joan Jett & the Blackhearts (veterana con el grupo punk, The Runaways y su inolvidable  "Cherry bomb") con ese himno a las malas costumbres que es "Bad reputation" (su otro éxito ha sido hecho en cover por cuanto engendro se presente a la mente). Una juguetona y muy acelerada melodía (recuerda sin duda a Suzi Quatro) que pregona la insumisión fresa, por decirlo así. Inevitablemente la imagen de Joan Jett hace pensar en Blondie, jugueteos entre la comercialización y lo alternativo. Si Deborah Harry hace pensar en chica de Lichtenstein, Joan Jett hace pensar en Barbarella.



También están, por supuesto, Chrissie Hynde y sus Pretenders. Grupo favorito de muchas féminas (al igual que the Raincoats), los Pretenders en su larga trayectoria sólo han tenido como miembro permanente a su líder, guitarrista, vocalista y compositora principal. Un grupo que a pesar de ser obviamente femenino en general no tiende al feminismo. Mi canción favorita ("Brass in pocket"), por ejemplo,  podría pasar fácilmente por una rola de las Supremes. No sé eso qué signifique, sinceramente. Pero yo, al igual que la chica de Lost in translation sí la canto en los karaokes.


Y entre los grupos de new wave más conocidos, no podemos olvidar la presencia de Kate Pierson y la de Cindy Wilson en los B52's. Organista y baterista --respectivamente-- de una de las bandas más extrañas en la historia. Un grupo donde lo mismo se cruza el dadaísmo que el pop art en su faceta más exagerada; con letras sin sentido y un humor que es capaz de juntar los arreglos de Bauhaus con una letra que habla del planeta de origen de ciertas mujeres.


Por otra parte en las antípodas del new wave (aunque también con un muy obvio origen en el punk) están los grupos de lo que posteriormente habría de llamarse alternativo. De muy distintas influencias aparecen grupos como R.E.M., Hüsker Du o Dinosaur jr. (a veces los Pretenders son metidos aquí, por cierto).

Entre todos los grupos aparecidos en el subterráneo (más subterráneo aún que el postpunk, aunque no lo imaginemos: subterráneo no significa ruidoso; aunque el hardcore --donde no hay muchas mujeres-- parezca desmentirlo) hay dos mujeres que son parte importante e imprescindible del sonido de dos de las más grandes e influyentes bandas de toda la música popular.

Por un lado, directo del movimiento no-wave neoyorquino (de donde saldrá también la movida jazzistica del downtown) un grupo que recoge lo más viciado y agresivo del sonido de los Velvet underground y los --hay que decirlo-- Ramones: Sonic youth. La juventud sónica es un grupo inevitablemente ligado al noise, a los sonidos sucios de guitarra, a los ritmos tensos; a las progresiones y rupturas de ritmo. El bajeo a veces discreto, otras furioso de Kim Gordon es pieza clave en todo el quehacer del primer Sonic Youth. También tienen posteriormente otro reacercamiento al quehacer de los Velvet con discos como A thousand leaves donde coquetean con la balada experimental. Definitivamente un gran grupo.



Aparentemente en el absoluto contrario de la Juventud sónica está el grupo de Black Francis, Joey Santiago, David Lovering y Kim Deal (¡otra Kim!). Melodías pop y canciones sencillas combinadas con letras que no por nada recuerdan a los B52's. El grupo que hizo la perfecta síntesis entre punk y pop, pero que paradójicamente no fueron para nada reconocidos en su momento. El fantástico bajeo, a veces casi funk de Deal hace maravillas por este sonido y sus sardónica letra. Sus coros también son maravillosos.


Tanya Donelly y su media hermana Kristin Hersh fueron líderes, a su vez de ese gran y muy poco conocido grupo que fue (¿es?) Throwing muses. Detrás de semejante nombre uno esperaría a unas nuevas Slits, pero nada más lejos de la realidad. Estas musas botadoras son tan melódicas como los Pixies; sus surrealistas y crípticas letras (tanto o más que las de R.E.M.) son himnos a la amistad, a los recuerdos, a la alegría y, también a veces, al odio y a las lágrimas. Realmente uno de los grandes grupos de rock de todos los tiempos y su disco The Real Ramona, un clásico. El bajo preciso, la guitarra; los coros. Todo es perfecto para ser un éxito... Éxito que nunca tuvieron.




Para acabar esta entrega (perdón, no da tiempo en dos posts, faltan las riot grrls, el grunge y la explosión noventera del alternativo... además ¡faltan Britney y Katy Perry o como se escriba!) dejo un grupo donde convergen las hermanitas Deal (Kim y Kelley Deal, las hermanas mellizas malvadas del Resplandor, me cae) y la misma Tanya Donelly sin su media hermana (posteriormente Tanya formaría Belly, grupo que ni fu ni fa pero que tuivo el éxito que nunca las Throwing con su "Feed the tree", buena rola en verdad): las Breeders.

No son tan chidas como los Pixies ni como las Throwing muses, pero de que ponen, ponen. Mejor que nada que se haga desde hace años. Chale, yo también quiero ser una Procreadora. Qué se le va a hacer, los hombres no se me dieron (¿o se me dieron muchos y me asquee?):


Bueno, nos vemos la semana que entra para ahora sí terminar tutti. No me voy sin antes poner una rola de Madonna (ni modo, Cindy Lauper, me duele no ponerte, pero si no, nunca acabo). Reina de la provocación robótica (hasta Sonic Youth tiene un gran album-proyecto alterno-homenaje: Ciccione Youth; si alguien lo tiene, móchese). Esta canción sí que me hace bailar.


Nos vemos entonces para terminar.




Titania quien no es procreadora (snif)

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