SONETO
LIII
Aquí
está el pan, el vino, la mesa, la morada:
el menester del hombre, la mujer y la vida:
a este sitio corría la paz vertiginosa,
por esta luz ardió la común quemadura.
el menester del hombre, la mujer y la vida:
a este sitio corría la paz vertiginosa,
por esta luz ardió la común quemadura.
Honor
a tus dos manos que vuelan preparando
los blancos resultados del canto y la cocina,
salve! la integridad de tus pies corredores,
viva! la bailarina que baila con la escoba.
los blancos resultados del canto y la cocina,
salve! la integridad de tus pies corredores,
viva! la bailarina que baila con la escoba.
aquel atormentado pabellón de la espuma,
aquellos incendiaron panales y arrecifes
son
hoy este reposo de tu sangre en la mía,
este cauce estrellado y azul como la noche,
esta simplicidad sin fin de la ternura.
este cauce estrellado y azul como la noche,
esta simplicidad sin fin de la ternura.
Pablo Neruda
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